Cuando hablamos de ahorro estamos hablando de la posibilidad que tiene una persona física, una entidad o un gobierno de no gastar una determinada parte de sus ingresos en la compra de bienes de consumo. Este se obtiene de hacer una ecuación que consiste en restarle a los ingresos que uno percibe los gastos que se tienen y a partir de ahí comenzar a planificar con ese dinero en inversiones, guardarlo, etc. Cuando se trata del dinero de personas o familias se llama ahorro privado, y en el caso de que sea el gobierno se denomina ahorro público.
Tipos de ahorro
Los ahorros además de ser públicos o privados están divididos en diferentes tipos, algunos de los más comunes son: el macroeconómico determinado por la diferencia entre ahorro y consumo, y el ahorro financiero que es el que se da a través de activos emitidos por el gobierno o por algún tipo de sistema financiero. Se aplica cuando los mismos han sido conservados por un período de tiempo.
Características a tener en cuenta
Una de las principales características que se deben tener en cuenta para pensar en un sistema de ahorro es necesario la necesidad o la condición de la persona física o privada que decida realizar este tipo de ahorro. En cuanto al ahorro público el Estado decide las situaciones en las que considera necesario el ahorro. Estos ahorros provienen de las ganancias que el Estado recauda a través de impuestos, tasas y otro tipo de contribuciones o deudas que los ciudadanos mantienen con el gobierno.
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