Hoy vamos a hablar de dos de los conceptos más usados en el mundo de las finanzas: las acciones y las participaciones.
Seguramente hayas oído hablar cuando lees sobre economía de ambos conceptos, que aunque tienen bastantes diferencias entre ellos, ambos son referidos para hablar del capital o el fondo económico de una empresa. De forma todavía más concreta, ambos conceptos hacen referencia a la forma en la que se divide, se separa o se fracciona dicho capital según las normas internas del negocio, o bien según los accionistas o las personas dueñas y encargadas del capital.
Para poder comprender de forma clara cuáles son las diferencias entre ambos, en la teoría y en la práctica, vamos primero a desgranar por separado cada concepto:
¿Qué es una acción?
Una acción, refiriéndonos a la acción de una empresa, es cada una de las partes de igual valor en las que se divide el capital económico y social de la empresa o entidad.
La persona que compra la acción de una sociedad anónima, pasa a ser un accionista, lo cual proporciona una serie de derechos y de obligaciones como ejercer de accionista votando en la Junta de Accionistas, como aguantar en caso de que la empresa no esté yendo bien económicamente, como tener conocimiento actualizado de los datos relacionados con el negocio y también como poder vender tu acción, o acciones, cuando se considere necesario.
Aunque la acción es la división igualada de los beneficios de un negocio, lo cierto es que existen diferentes tipos de acciones, pues los hay ordinarios y preferentes (que dan una serie de privilegios más importantes a las personas que los adquieren) y también están las acciones sin voto, que son las que confieren derechos y privilegios económicos pero en los que no se tiene en cuenta la opinión o voto en la Junta de Accionistas de la persona en concreto. Además, una persona puede tener muchas acciones o pocas, y de ello también dependerá su importancia en la jerarquía de la empresa.
¿Qué es una participación?
Las participaciones, por otra parte, son los porcentajes de propiedad que se tiene del capital de una empresa por parte de las personas que, como su propio nombre indica, participan de ella.
Aunque a priori suena sustancialmente parecido a lo que una acción es, en el caso de la participación los derechos que se obtienen son solamente en cuanto al ámbito económico, pero no con respecto al voto en ninguna junta de la empresa o negocio.
Además, las participaciones no se transmiten libremente en el mercado sin tener el permiso o autorización del resto de dueños o accionistas de la empresa, algo que supone la principal diferencia con las acciones.
En el valor económico que se suele dar a las acciones, intervienen continuamente factores externos a la propia empresa y que están relacionados con el mercado y las fluctuaciones o cambios en el mismo, mientras que en el caso de las participaciones, la única influencia es lo que sucede dentro del negocio con respecto a las decisiones que los demás socios decidan.
¿Cuál es la principal diferencia entre la Sociedad Anónima y la Sociedad Limitada?
La otra gran diferencia entre las acciones y las participaciones tiene que ver precisamente con el tipo de sociedad bajo la que se funde una empresa, sea cual sea.
Más adelante podremos hablar de qué otras diferencias existen entre la Sociedad Anónima y la Sociedad Limitada, pero una de las principales diferencias tiene que ver precisamente con la diferencia entre participación y acción, y es que éstas últimas, las acciones, solamente pueden emitirse en empresas que hayan sido formuladas como Sociedades Anónimas. Esto lo diferencia crucialmente de las participaciones que tienen cabida en cualquier tipo de sociedad de la empresa.
Otras diferencias entre la Sociedad Anónima y la Sociedad Limitada:
Otras diferencias sustanciales entre la Sociedad Anónima y la Sociedad Limitada suele ser el tipo de empresa que se esté creando, pues aunque en principio una Sociedad Limitada puede dar cabida a empresas de todos los ámbitos posibles, lo cierto es que hay algunos tipos de empresas que solo pueden ser Sociedad Anónima: este es el caso de las empresas relacionadas con los seguros o las entidades bancarias.
La Sociedad Limitada, además, y como indica su propio nombre, tiene una serie de limitaciones debido a que suelen ser empresas más cerradas o familiares. Una de las principales limitaciones es que las acciones solo se pueden vender a otro socio de la empresa o persona que tenga una relación estrecha con algún socio).
Por último, otra gran diferencia entre ambas es la cuantía económica que supone el capital inicial de cada socio: en la Sociedad Anónima el capital es de 60.000€ (15.000€ de forma inicial pero esperando que el resto se vaya abonando con el tiempo), mientras que en la Sociedad Limitada es muchísimo menor, de 3.000€.
Esperamos que os haya quedado claro qué es una acción y una participación y cuáles son las principales diferencias y similitudes entre ambas. También las diferencias tangibles que suponen con respecto a las Sociedades Anónimas y las Limitadas.
Si os ha quedado cualquier tipo de duda, puedes escribirnos siempre que lo necesites a través de los comentarios.
¡Hasta la próxima!
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